Beto, un portero con carácter que convence

Beto no ha podido entrar con mejor pie en el Sevilla. Al menos, en lo que a las sensaciones se refiere, porque en apenas dos partidos ha convencido prácticamente a todos.

Y no ya con sus actuaciones, algunas de las cuales han sido meritorias, sino sobre todo por su carácter. Tanto es así, que en el Sánchez Pizjuán incluso ha podido oírse a un sector de la grada corear su nombre por momentos. "La afición me ha recibido bien y me ha dado su cariño desde que llegué", ha declarado en este sentido tras el encuentro con el Rayo.
En el Vicente Calderón jugó recién aterrizado como quien dice. Y este domingo ha debutado ante su afición. El cancerbero luso ha tenido la suerte de ver un estadio lleno, un ambiente magnífico a una hora ideal: "La afición, la presión... soy un jugador al que le gusta eso. Este es un gran club con una gran afición, impresionante, y por eso me sentí bien, en casa, desde el primer momento. Además, con los compañeros estoy perfecto".
El flamante guardameta sevillista, en cualquier caso, ha querido dejar claro que, más allá de la importancia de empezar con buen pie ante su público, antepone lo cosechado por el equipo: "Que el equipo consiguió ganar, eso es lo más importante para mí. Es bueno empezar bien para mí en nuestro estadio, pero era vital ganarle a un rival directo, un buen equipo. Hay que creer y poner ganas, vamos a seguir trabajando", declaró.
El carácter de Beto, que transmite una seguridad y confianza que han llevado a Emery a darle la titularidad sin apenas conocer a nadie, ha podido comprobarse también por la forma en que ha soportado en el campo el dolor tras un incidente sufrido en la primera parte. "No había cambio. En el fútbol, como en la vida, hay que saber sufrir. Tenía un poquito de dolor, pero solo pensaba en la victoria". Pese a sus molestias, el portugués no dejó de sacar de puerta ni emplear su pierna derecha. Es más, lo hizo incluso para lanzar el balón fuera cuando sufrió el percance y quiso detener momentáneamente el juego.
Ha vivido también Beto una circunstancia curiosa. Ha recibido tres goles en dos partidos, y todos desde los once metros (dos ante el Atlético y el de este domingo ante el Rayo), algo poco habitual. "Dos partidos, tres penaltis... no sé qué pasa. No sé cómo se hace aquí, yo solo tengo que jugar, nada más", concluyó el nuevo fichaje del Sevilla sin querer meterse en líos al entender equivocadamente que le preguntaban sobre qué debía hacer el club para detener esta situación.